sábado, 15 de junio de 2013

Credulidad y superchería

Estaba leyendo el libro que aprovecho para recomendar “La Investigación biomédica y sus laberintos” del salubrista cubano Luis Carlos Silva Ayçaguer (disponible aquí), y me he encontrado con un relato que apareció en el diario alemán Der Spiegel en 1994, y que voy a reproducir a modo de cita:


Durante un viaje de negocios a Nueva York, un hombre de California sufre una súbita y aguda dolencia bucal como consecuencia de la cual se ve obligado a visitar con urgencia a un estomatólogo. Este diagnostica una grave inflamación periodontal e indica un tratamiento de urgencia. 
Antes de recibir acción terapéutica alguna, el enfermo decide consultar telefónicamente a su distant healer, que se halla en el otro extremo del país El sanador se informa detalladamente del caso y coordina con su cliente una consulta a distancia: exactamente a las ocho de la noche, en la habitación de su hotel, el enfermo habría de concentrarse y entrar en “contacto” con el sanador. El terapeuta, por su parte, estaría exactamente a esa misma hora enviando energías positivas y restauradoras al paciente. El hombre de negocios hace lo que se le ha indicado y, unas horas después, el dolor desaparece totalmente. A la mañana siguiente regresa a ver al dentista para que lo examine. El especialista neoyorquino primero no puede creer lo que o ye pero después no puede creer lo que ve: no hay rastros de la infección. ¿Se ha producido una cura milagrosa? Presa del asombro, decide llamar a California y consultar al responsable de tan portentoso efecto psicosomático para preguntarle qué diablos había hecho el día anterior a las cinco de la tarde (ocho de la noche, hora de la costa Este). 
-¿Ayer a las cinco?- preguntó, sin comprender, el sanador. -Sí: ¿cómo procedió para tratar a distancia esa gingivitis?- La respuesta fue:-¿Curación a distancia? ¡Demonios, se me olvidó por completo esa cita-


Desconozco si la anécdota es real o no, poco nos importa para el caso. A pesar de la simplicidad de esta historia, creo que de ella podemos extraer algunos de los elementos que rodean la investigación biomédica, y el proceso de enfermedad:


  • Los charlatanes y el fraude médico, totalmente alejado de la ciencia, escenificado en el distant healer, y sus técnicas para obtener parte de la cuota de mercado de un pobre paciente.
  •  La aparición de los charlatanes y otras técnicas para aprovecharse de los enfermos, tienen parte de su origen en dos hechos: la vulnerabilidad de cualquier persona enferma y el difícil hecho de no conseguir aceptar que la Medicina y la ciencia no tienen cura para ni solución todas las situaciones. Es cierto que las infecciones periodontales sí tienen tratamiento, pero nos olvidamos que no siempre los tratamientos funcionan, y que el proceso de enfermedad es complejo.
  •  El proceso de enfermedad es tan complejo, que sin todavía conocer los mecanismos, hay enfermedades que pueden superarse de forma espontánea (ver aGervas), y el poder del efecto placebo.
  •  Por último, recordar que cuando se prueba un tratamiento en un ensayo, intentas demostrar que el tratamiento es mejor que no hacer nada o mejor que hacer lo que había hasta ahora, no intentas demostrar que todo el mundo que sea sometido a ese tratamiento vaya a superar la enfermedad por ese tratamiento.



Referencias:

Luis Carlos Silva Ayçaguer: La investigación biomédica y sus laberintos: En defensa de la racionalidad para la ciencia del siglo XXI. Editorial Diaz de Santos
Juan Gervas. Cáncer: reivindicación de la emoción en clínica e investigación. Acta sanitaria.

2 comentarios:

  1. Hmmm, buena entrada para volver a esto de escribir posts... Prometo explayarme más en el próximo comentario (aún no he llegado a esa parte del libro de Silva) ;)

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    1. jajjajaaja. El libro de Silva rules. Nada, cuando quieras tendrás tu propia entrada, y así no te tienes eque explayar en un comentario :p

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