En este caso, y como parte de la asignatura del Máster de Salud Pública "Epidemiología Social", os dejo un texto sobre la aplicación de las teorías de Rose a la actividad física.
Según sentencia la Organización
Mundial de la Salud en su informe global sobre las enfermedades no
transmisibles, la falta de actividad física es uno de los principales factores
de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, especialmente las
enfermedades cardiovasculares1. Se estima que la falta de un
ejercicio moderado al día (15-30 minutos de paseo diario) es responsable de
entre un 6 y un 10% de los casos de las mayores enfermedades no transmisibles,
como el infarto agudo de miocardio, la diabetes tipo II y los cánceres de
mama y colon2. Es por ello que urge a investigadores
y profesionales sanitarios entenderlas causas de la inactividad física y las
estrategias que se pueden llevar a cabo para atajar este importante problema de
salud pública.
Parafraseando el ya clásico artículo “Sick individuals and sickpopulations”3de Geoffrey Rose, hay dos
enfoques distintos en busca de la etiología de la enfermedad:
· Por un lado, el médico desde la actividad asistencial diaria se
pregunta “¿Por qué mi paciente tiene esta enfermedad?” Para ello, busca
a los individuos que, dentro de una población, presentan mayor riesgo de
contraer la enfermedad.
· Por otro lado, la pregunta sobre la etiología de una enfermedad puede
orientarse a “¿por qué hay este número de casos en mi población?” Este
es un enfoque radicalmente diferente. Esta pregunta va orientada a entender las
razones y los determinantes de por qué en una población tenemos una incidencia
de enfermedad mientras que en otra población existe otra diferente. Para ello, tenemos que comparar poblaciones, y no
individuos.
La importancia de la definición
de estos conceptos es que los
determinantes de los casos de una enfermedad no son los mismos que los
determinantes de la incidencia en una población. Esto se explica en que, a
pesar de que el mayor riesgo esté en las personas de alto riesgo, la mayoría de
los casos se producen en sujetos que tienen menos riesgo, debido a que son
muchos más.
Siguiendo este mismo esquema,
nos podemos hacer 2 preguntas etiológicas diferentes sobre la inactividad
física:
¿Por qué un individuo no realiza actividad física? Si cogemos a una población
concreta de un área y observamos cuáles son los determinantes que definen a
aquellos que realizan menos actividad física (las personas de “alto riesgo”, la
cola de la curva) las razones por las que esos individuos no realizan actividad
física son dependientes de la condición individual: dificultades físicas para
realizar actividad física, discapacidades, diagnóstico de otras enfermedades
físicas y mentales… incluso se apelaría a conceptos difusos que tildan de
culpable al individuo por no realizar actividad física: personalidades vagas,
perezosos…
¿Por qué tenemos una frecuencia de inactividad física tan altas en
nuestra área?
Para poder responder a esta pregunta tenemos que entender que estamos buscando
aquellos determinantes que no podemos diferenciar entre los individuos de un
área, son determinantes que encontramos
al comparar diferentes poblaciones. Son determinantes contextuales, y que
son comunes a toda el área estudiada. Si atendemos a este enfoque,
encontraremos por un lado factores físicos y ambientales (la estructura de las
calles, la presencia de zonas verdes, el clima) y por otro factores sociales,
políticos y económicos (los horarios de trabajo, las normas sociales de uso de
los espacios públicos, la seguridad del área para hacer actividad física…).
Este esquema conceptual no sólo
es importante porque nos marca como hacernos nuestras preguntas etiológicas del
día a día y entender la enfermedad; es también importante porque nos va a
marcar 2 formas diferentes de prevenir la enfermedad: el enfoque de alto riesgo
y el enfoque poblacional. Para entender estos dos enfoques, vamos a seguir
usando el ejemplo de la actividad física.
La estrategia de alto riesgo
Las estrategias de alto riesgo estándiseñadas
para prevenir la enfermedad mediante la actuación individual de los sujetos que
tienen mayor riesgo, aquellos que se encontraban en el extremo de la curva de
distribución. En este caso, hablamos de campañas y actuaciones de promoción destinadas
a los individuos con diversas condiciones que les dificultan la actividad
física, a aquellos que tienen características individuales que los sitúan en
los niveles más bajos de actividad física.
La estrategia poblacional
La estrategia poblacional
intenta mover toda la curva de distribución. Pequeños cambios en todos los
sujetos de la población que muevan la distribución por completo generarán
enormes beneficios en salud. El sustrato de este tipo de acciones es modificar
el entorno, modificar aquellos determinantes que hacen que una población tenga
unos niveles diferentes de actividad física que otra población. Las políticas
de urbanismo, transporte, movilidad… pueden provocar que todo el mundo realice
un poco más (o menos) de actividad física, lo cual podrá conllevar grandes
beneficios en salud, ya que incide sobre
los determinantes de la incidencia de inactividad física.A pesar de ser
estrategias que atacan la “raíz” del problema, la disminución de riesgo que se
consigue a nivel individual es muy pequeña (esto se ha llamado la “paradoja de
la prevención”), ya que se necesita más de una persona bajando un poco de peso
para evitar un caso de enfermedad; pequeños beneficios a nivel de riesgo
individual disminuirán la incidencia del problema de salud en la población.
Las ventajas e inconvenientes de
cada tipo de estrategia pueden encontrarse en el artículo de Geoffrey Rose.
Desde el punto de vista de los profesionales de Salud Pública, el atractivo
debería estar en mejorar lo máximo posible la salud de la población, y para
ello el foco debería estar sobre las estrategias poblacionales.
Además de este esquema
conceptual de investigación y estrategias de salud de Geoffrey Rose, diversos
autores han expuesto esquemas conceptuales complejos que pueden aplicarse al
estudio de la actividad física. Caben destacar las grandes aportaciones de los
modelos multinivel de Ana Diez Roux4, y los modelos ecosociales
propuestos por Nancy Krieger5.
La insistencia en estos
conceptos no sólo abarca el espectro teórico, cuya importancia es innegable en
el diseño de la investigación y la acción en salud pública, sino que debe ser
una constante debido a la poca atención que se presta normalmente a las
estrategias poblacionales. La investigación sobre las razones que han llevado a
esta poca atención es importante, pero escapan del objetivo de este breve texto,
que es mostrar los conceptos de Geoffrey Rose aplicados a un problema de Salud
Pública.
Referencias:
No hay comentarios:
Publicar un comentario